La primera tecla
Una blanca Si bemol
Aquella que tocaste
Al cerrar tus ojos
Cuando el silencio
Te abrazó
Digitabas con delicadeza
Harmoniosa melodía
Con colores pintaba
Grises corazones
Que escuchaban tu alma
Se bañaban de alegría
Puliendo sueños
Inspirando imágenes
Con solo tocar las notas
Dabas vida
Hacia adelante, hacia atrás
Danzabas con tus manos
Tus dedos llenaban el teclado
Como lluvia de estrellas
Fugaces en el horizonte
Eternos en tu canción
Estaba encantado, maravillado
Tu instrumento me quebró
Tu cuerpo desmenuzado
En esa romanza solitaria
Quería ser yo
Tu dulce voz
Te observaba en silencio
Hipnotizado por tu destreza
Enamorado de tu inspiración
Me hacías volar
Me hacías recordar
Me hacías olvidar
Era un inocente a tu diestra
Tan dócil como tu melodía
Eras hermosa allí en escena
Yo era tuyo y tú ni sabías
Sabías qué me hacía llorar
Fuiste para mí una deidad
Y el tiempo acabó
Trajo consigo la culminación
Te levantaste y te perdiste
Cuando el silencio retornó
Mis ojos quizás te perdieron
Mas no calló mi corazón.
Por Artur Gutowski
Espacio Áureo 